lunes, 31 de enero de 2011

EL NACIMIENTO DE UN NUEVO SUPEROLIVA


Con motivo del último BIOMADRID, establecí contacto con un maestro en el arte de seleccionar y confeccionar frutos secos ecológicos de la más alta calidad, el amigo Jorge.
Comenzamos usar sus productos en la Benigna, para alegría de nuestros platos y de la báscula de mi baño.
Al poco me comentó que un cliente japonés le había pedido un aceite virgen de sésamo ecológico. Me pidió que lo catara para ver si era extra.
Como había hecho la inversión necesaria en maquinaria para la extracción por presión (de no ser así, no cumpliría las condiciones para denominarse virgen), preparó, de la misma tacada otros seis aceites vírgenes mas de distintos frutos secos ecológicos: pistacho, nuez, avellana, almendra, lino y girasol.
Los caté con curiosidad en la paz de un restaurante en día de descanso y los encontré todos aceptables, rondando el notable, pero faltos todos del pellizco de los aceites de frutos frescos.
Mi propuesta fue la de mejorarles la "nariz" y la "boca" haciendo una confección o blend añadiéndole la cantidad de un superoliva hasta que sin perder el carácter del fruto seco originario, le incorporásemos la alegría de un aceite de fruto vivo y no momificado.
Tuvimos que añadir distintas cantidades a cada uno de un superoliva, que en este caso tenía que ser ecológico, de modo que la elección recayó sobre el Picual de Yecla que elaboran Rafaela y su esposo: D´Ortegas.
Todos salieron ganando en nariz y en boca.
Anotadas las proporciones los mezclé todos y nos los repartimos entre Jorge y nosotros para disfrutarlos con la tostada del desayuno.
Ya sin la presión de la cata profesional, la mezcla resultó de los más gratificante, de modo que decidimos afinar la mezcla y eventualmente comercializarla.
La admiración de Jorge por la India nos llevo a llamarlo Oleopoorna (lo mas en aceites).
Lo mandamos a analizar y con los análisis en la mano vimos que desde el punto de vista nutricional era incluso más interesante y completo que el aceite de oliva, gracias a la generosa presencia de ácidos grasos poliinsaturados como el alfalinolénico, mas conocido por omega 3 con sus deseables efectos beneficiosos para la salud, ya que el de oliva es rico en monoinsaturados pero no en los poliinsaturados.
El resultado es un aceite con una gran complejidad en nariz y en boca, una textura mas carnosa que el de la oliva, gran untuosidad y rico retrogusto.
Con tanta mezcla oscura e incluso fraudulenta para mejorar el rendimiento económico del aceite, nos produce una gran satisfacción el trabajar buscando el rendimiento nitricional y hedonista para variar.
norbesaludos