lunes, 25 de octubre de 2010

LO ULTIMO EN DIETA: SAPOS Y CAMELLOS AL MINUTO







A estas alturas de mi historia, empezada en Alicante hace ya 64 tacos, me abruma la cantidad de veces que me he sentido estafado emocinalmente. No es menos verdad, sin embargo, que el hecho de haber tropezado con ello tantas veces, tambien lleva implicito el que uno se ha levantado otras tantas y que aún le quedan ganas de seguir amaneciendo con ilusión cada mañana.

La última de la serie aconteció hace ya unas semanas, de modo que la "inflamación" empieza ya a remitir, al tiempo que uno va tomando la suficiente distancia para verlo en perspectiva y poderlo diagnosticar de una manera más ecuánime que cuando sientes el golpe, inesperado, de la fria hoja del cuchillo amigo, quitándote el aire.

Hasta aquí nada nuevo bajo el sol: los desengaños son evidentemente la cosecuencia de engaños previos y en la mayoría de los casos, de cosecha propia.

Lo nuevo es, que como lo que yo vendo son buenos ratos alrededor de una patella, he aprendido, con el tiempo, que ser sincero con mis comensales, no solo me ayuda a mí a quitarme el veneno y echarle la culpa al demonio, sino que además,compruebo que, en mis oyentes, hay como un suspiro, al comprobar que estas cosas no solo les pasan a ellos. Pués bien en este orden de cosas , lo novedoso es que nada más abrirme yo y comentar mis miserias, esto se convierte en una especie de competición de las que podrían oirse en la sala de espera del médico especialista de turno: "... no si el que se murió fué mi hermano, pero el que estuvo malito, malito fuí yo...".

A todo el mundo le ha pasado algo parecido sino peor: la mujer, el cuñado, el amigo de toda la vida,...

En el caso que me atañe, mi "amigo" al tiempo que me la colocaba, me decía: "...hombre, yo soy un hombre de negocios, y tengo mi ética, pero en esto, en más de una ocasión te tienes que tragar algun que otro sapo..."

Acto seguido me licenció de un proyecto común, sin preguntarme qué me parecía.




En Noruega, el País de mi chica, lo que, según estos modelos de conducta, te tienes que tragar de vez en cuando son camellos, no sapos, no se si porque los escandinavos tienen las fauces más extensibles o por que el sapo lleva mal aquello de las charcas congeladas una gran parte del año.


Respecto a mí, despues de las subsiguientes nauseas, ganas de morirte, desaparición de la autoestima, inmediatos problemas conyugales, filiales, paternales y en el trabajo... uno recurre en busca de consuelo a los de siempre: la familia próxima e inmediata que, afortunadamente en mi caso/casa, los tengo ya muy entrenados en este tipo de emergencias, y hasta ahora no me han fallado, aunque deben de empezar ya a estar cansaditos.

Lo inmediato, un solidario enfado, luego buenos consejos, take it easy, y... de repente, una llamada internacional y el bálsamo, la distancia, la panacea espiritual, la comprensión:



" Tiempos difíciles, papa..., (me dice nuestro hijo Mads desde New York), en tiempos así un porcentage muy alto de hombres se convierten en niños malos, niños quese mean en la cama, se vuelven respondones, se pegan entre ellos, se chivan, le quitan el juguete al amiguito de al lado sin mediar explicación..."

" ... de cualquier modo no te autoinculpes demasiado por naiv, es limitado lo que uno se puede proteger de ese tipo de acciones sin acabar haciendose uno más daño de el que te pueden infringir los demás..."

"... el éxito en la vida está conectado con el riesgo, no es aconsejable ser temerario, pero menos aún timorato, si lo que uno quiere es vivir en plenitud."



A los pocos días y viendo que la infalamación "cardiaca" iba decreciendo a pasos acelerados, le llamé a su ofocina y le dije: " oye, tio, ¿donde has leido eso que me ha hecho tanto bien?", y me repondío: "... pues no se, lo que si se es que en los últimos tiempos, "el mercado" (trabaja en un fondo) está tan irracional que este me está resultando el único modo de entenderlo y poder seguir en el negocio".



Escribo estas lineas para compartirlas con los demás, ya que a nosotros nos han servido, y mucho, para entender la crudeza reinante.



Y en lo refernete a las últimas tendencias culinarias, parece ser que sapos y camellos, y cualquiera sabe que otras criaturas poco apetitosas en principio, empiezan a formar parte de la dieta cotidiana, tal vez todo sea cuestión de acostumbrarse, como con el amargo de la primera cerveza , la textura de la primera ostra... al final seguro que algunos acaban por encontrarles su aquel.



Primero fué la cocina tradicional. luego la clásica, la nueva, la fusión, la deconstrucción, últimamente la cocina tecno emocional o molecular (según autores) y ahora, por fín "La Cocina de los Principios Mutables":"... estos son mis principios, si no le gustan tengo otros" que decía Groucho Marx.



Esto es lo que hay aparentemente, pero de cualquier manera, a nosotros ya nos coge mayores, y no tenemos por tanto planes de cambiar de dieta, ni para la familia ni para nuestros comensales amigos: arrocitos secos, buen tono ... y de cuando en cuando un par de boleros.



norbesaludos.

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