lunes, 24 de mayo de 2010

ESPERANDO A LA PAELLA DE LOS SUEÑOS

Resulta difícil de encontrar un plato tan maltratado y, sin embargo, tan resistente al desprestigio como la Paella.
A mí, como levantino que ha crecido comiendo arroz un par, o más , de veces por semana, siempre me ha llamado la atención que los aficionados al arroz en paella seamos inaccesibles al desaliento. Nos iluisonamos cada vez que se presenta la posibilidad de comer un arrocito (y no es afectacion, sino amor) en Paella.
Somos conscientes de que, en la mayoría de las ocasiones, será una "paella vulgaris", a veces incluso cuadrada, con arroz de tres dedos de alto, cocido , con un "rubio de botellita", completamente magro y pasado: la temida "Paella de aeropuerto".
Esta postura nuestra, tiene mucho en común con la de los seguidores de Curro Romero, que sabiendo que lo normal era "la petardada", le seguían sin descanso, esperando el día que el maestro abriera el "tarrito de las esencias" y los dejara en extasis.
En nuestro caso, ese es el día en que encontramos "EL ARROZ", el de los reflejos que le da la cantidad justa de aceite en el sofrito, de un dorado cálido de azafrán tostado o con los tonos de oro viejo que aporta la ñora frita de "la picada", al añadirla al caldo de cocción... esa naríz que como los grandes vinos, es el anuncio del placer, que muchos preferimos al placer mismo. Y, luego, esa textura untuosa de matices crujientes por los granos del socarrat, esa ligera resistencia "al dente", que no "a la muela"... y esa bouquet, ese conjunto de sabores que forman un todo, un racimo (de ahí el nombre), del que es dificil separar un matíz de otro, para seguir con esa persistencia que invita a cerrar los ojos, para intentar fijarla en la memoria, casi lamentando que ya queda una cucharada menos.
Yo creo que, la conciencia de que esa posibilidad existe, aunque sea rara, nos hace no perder la esperanza e ilusionarnos cada vez. Esto debe de ser lo que mantiene la vigencia de este plato y su renombre mundial.
Es tratando de encontrar el porque de tanto desaguisado, que uno se ha puesto a reflexionar sobre el tema y a razonar los hallazgos, con el fin de entender las razones de los desencuentros y tratar de evitarlos en nuestra Casa Benigna.
Bajo esta etiqueta de Patella irán apareciendo nuestras conclusiones al respecto y alguna que otra receta.
norbesaludos.

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