lunes, 31 de mayo de 2010

QUÉ CORTO ES EL PLACER Y QUÉ LARGO ES EL OLVIDO

A menudo, constatando el éxito global de la Cocina Mediterránea, me he dicho ¡ostis , qué suerte! Y todo esto se nos ha venido encima sin darle un palo al agua. ¡Qué guapos somos! ¡Cómo nos necesitan! (evidentemente por el palmito).
Está claro que no soy el único que ha pensado así, - no consigo ser original.
El personal se ha puesto a darle suelta a la pelota y ¡a crear, que son dos días! Pa algo somos mediterráneos.

Lo más significativo se lo leí, con gran dificultad ya que estaba escrito con plata sobre fondo blanco, a uno de los próceres del olvido : " yo necesito total libertad para crear ya que si no..."
Claro, pensé yo, es por eso que no triunfa la cocina de Alcalá Meco.

Y digo olvido porque es evidente que este tipo de profesionales, altamente apreciados por cierta crítica y algún que otro empresario de opotunidades, han olvidado, si es que alguna vez lo supieron, que el universal aprecio de la Cocina de los pueblos mediterráneos se debía sobre todo a su componente dietético y de sostenibilidad.
En vez de esto, se han lanzado como ciervos acosados por críticos hambrientos (cuales cazadores paleolíticos) al precipicio, propicio e insotenible, por el número insoportable de víctmas que conllevaba, para cazar sólo unas cuantas piezas.
Bueno, bien venida la cura de humildad, de eso los españoles deberíamos saber un rato, incluso sin tener que volver tan atrás como los finales del Siglo XIX.

Sardina viva ... ¡viva!

norbesaludos

No hay comentarios:

Publicar un comentario